Jan 13, 2015

JE SUIS CHARLIE POUR TOUJOURS!!!!

"Je ne suis Charlie, pas!" Así han reaccionado algunas personas ante la reacción hacia los atentados de la semana pasada (y sí: parecen reaccionar más ante la reacción que ante los apabullantes hechos).

En este afán de volverlo todo controversia, ha surgido un grupo que no piensa que el ataque a Charlie Hebdo sea un ataque a la libertad de expresión, porque Charlie Hebdo es una publicación de tercera que no respeta religiones, creencias o inclinaciones.   "Por supuesto que lo que pasó en Paris es deplorable..."  Hacen el disclaimer antes de explicarnos por qué, en su opinión, no estamos frente a un atentado en contra de la Libertad de Expresión (así, con mayúsculas innecesarias), sino una demostración de un grupo radical en contra de una publicación ofensiva.   

Yo les pregunto... ¿Qué tan más o menos grave estaría el asunto si los 12 muertos trabajaran en Le Monde?  ¿Menos aún si alguien se pone a dispararles a los editores de El Libro Vaquero?  

La Libertad de Expresión no aplica nada más para las publicaciones respetables, ni para los diplomáticos que no ofenden jamás a nadie. Yo también tengo mi blog y no me gustaría que se me ofendieran los que no saben dejar el blanco en paz después de Labor Day y vinieran a plomearme a la oficina.  El ideal de la libertad de expresión incluye a los radicales islámicos del Jihad y a los caricaturistas de cuarta (ya los demoví) de Charlie Hebdo.  

¿Es buena idea ofender al profeta Mahoma con tu libertad de expresión?  ¡¡¡Que lo decida el que se está expresando!!!  Yo no lo haría y no compraría una revista en donde lo hicieran; pero existe un derecho inherente a la cultura occidental que es el de imprimir en un periódico lo que el periodista decida.  No porque no estemos de acuerdo con lo que se dibuja podemos demover lo ocurrido a "una violenta demostración de un grupo radical".  Por supuesto que se atentó contra la libertad, ideal imprescindible de la revolución ideológica que, oh ironía, comenzaron los franceses. 

Libertad de Expresión, siempre, sí.  Libertad de Matar al que Me Contradice: jamás, no, nunca.  

Ojalá los hermanos Kouachi vinieran de una cultura donde existieran estos ideales.  Así, en lugar de demostrar cuán ofendidos estaban a punta de AK47s, tal vez habrían hecho una caricatura, burlándose de los más profundos valores espirituales de los editores de Charlie Hebdo.  Tal vez habrían hecho una declaración llena de furia, denunciando los ataques de la publicación.  Los hermanos Kouachi "resolvieron" las cosas como se resuelven donde la Libertad de Expresión se limita a lo que la mayoría comparte, o a los temas en los que la mayoría cree.  

No nos pongamos exquisitos con la Libertad de Expresión.  Defendámosla siempre, porque es bella, es correcta, promueve el desarrollo humano aunque a veces ofenda en lo más profundo.  Pongámonos siempre del lado del que publica, aunque no estemos de acuerdo con lo publicado.  Que se proclamen las ideas buenas, las malas, las ofensivas y las asquerosas en papel (o tablet, pues) y nunca con balas.  
Por eso, JE SUIS CHARLIE.  JE SUIS LIBERTÉ.  JE SUIS PARIS.  

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